lunes, 2 de junio de 2014

Radiofrecuencia facial


El objetivo de la radiofrecuencia facial es hacer un lifting facial. Para ello durante este tratamiento se usan ondas de radiofrecuencia para calentar nuestra dermis sin quemar la capa superficial de la piel. Para proteger la piel se utiliza una crema o gel de radiofrecuencia que por un lado hace de conductor y por otro lado previene nuestra piel de las quemaduras.
La radiofrecuencia produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso subcutáneo.

Dicho calentamiento va a favorecer:

  • El drenaje linfático, lo cual permitirá disminuir los líquidos y las toxinas.
  • Un aumento en la circulación de la zona que permitirá mejorar el metabolismo tanto del tejido graso subcutáneo como mejorar el aspecto de la piel.
  • La formación de nuevo colágeno, tanto en la piel como en el tejido subcutáneo, permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza gracias a la reorganización de los septos fibrosos y engrosamiento dérmico suprayacente.
·   Por último, tras la sesión térmica controlada hay una respuesta inflamatoria que se verá acompañada de migración de fibroblastos, lo cual reforzará aún más la estructura de colágeno, dando como resultado un rejuvenecimiento de la zona tratada.

Si bien los resultados de la radiofrecuencia comienzan a verse desde las primeras sesiones, los resultados óptimos se logran después de realizar entre 6 y 10 sesiones. Este número va a variar de acuerdo a las características específicas de cada paciente y la gravedad del problema que quiera solucionar. El efecto tensor sobre la piel, firmeza del tejido, se logra de forma gradual y progresiva a partir del primer mes del tratamiento.

La duración de cada sesión del tratamiento de radiofrecuencia depende según la zona a tratar. En promedio, cada sesión dura unos 30 minutos en las zonas como brazos o abdomen y unos 50 minutos para zonas más grandes.

Por último, es importante destacar que la radiofrecuencia no presenta efectos secundarios. Sí puede suceder que luego de terminada la sesión, la piel presente un ligero enrojecimiento que desaparece en poco tiempo.

domingo, 1 de junio de 2014

Combatir la flacidez mediante la radiofrecuencia

La flacidez se define como una disfunción cutánea propia del envejecimiento natural o acelerado. Comienza con una disminución del metabolismo celular, reduciendo la síntesis de colágeno y elastina, a la vez que desciende también el número de fibroblastos. Como consecuencia, la piel pierde su capacidad de regeneración natural y su elasticidad.

Para combatir la flacidez, el ejercicio y la buena dieta son fundamentales, pero además existen algunos tratamientos estéticos sencillos como la aplicación de energía de radiofrecuencia o el fotorejuvenecimiento facial.

Mediante la radiofrecuencia se consigue activar los fibroblastos para inducir la producción de colágeno y elastina, y de esta forma conseguir que la piel recobre su tersura y su grosor. La piel tratada con radiofrecuencia tendrá aspecto de estar más rellena y las arrugas se difuminarán y se verán menos profundas.



La aplicación de radiofrecuencia, en combinación con la cavitación, también es ideal para aquellas mujeres que observan descolgamiento del abdomen tras el embarazo.

Por su parte, la técnica de fotorejuvenecimiento permite redensificar la cara y el óvalo facial, al mismo tiempo que corrige las líneas de expresión y pequeñas manchitas en la piel.

En muchos casos, los mejores resultados se obtienen mediante el uso combinado de estos dos tratamientos.

Beneficios de la radiofrecuencia

La radiofrecuencia es uno de los tratamientos estéticos que más se ha desarrollado en los últimos años. Reducir la visibilidad de las arrugas, eliminar la celulitis o acabar con la flacidez son algunas de las causas por las cuales se realizan estos tratamientos.

La aplicación de energía de radiofrecuencia favorece la creación de colágeno, el drenaje linfático de la grasa y mejora la circulación sanguínea.

Además, la radiofrecuencia consigue los siguientes resultados sobre la piel:

  • Desintoxica. La energía de radiofrecuencia facilita que las toxinas se descompongan y sean incorporadas al sistema linfático o circulatorio, lo cual permite que puedan ser eliminadas a través de la orina. Por esto, muchas veces es conveniente acompañar el tratamiento de radiofrecuencia con otro de drenaje linfático.
  • Mejora la musculación. La radiofrecuencia actúa afirmando el tejido conectivo del músculo, lo que permite que los músculos recuperen su firmeza natural.
  • Oxigena y nutre la piel. Al mejorar la circulación sanguínea, el oxígeno y los nutrientes llegan a esas zonas tratadas con mayor facilidad.